martes, enero 20, 2004

Horizontes lejanos.

Horizontes lejanos, de Santiago Valenzuela es un señor cómic, de los que tiran de espaldas. A primera vista echa una poco para atrás, por el dibujo en blanco y negro, que a veces parece algo primerizo y bastante feista, pero merece la pena echarle un segundo vistazo.

El protagonista, Torrezno, se despierta un buen dia, resacoso perdido, en un desierto, con una lanza apuntandole a la cabeza. Un grupo de soldados montados en lagartos le interroga, pues sospechan de él que es un soldado “iconoclasta”. Aturdido y mareado, sólo es capaz de balbucir que estaba mirando la tele y que se habia tomado unas copichuelas en el Denver… Tras este arranque un tanto surrealista, Torrezno es conducido a una ciudad que se encuentra en el interior de una cabeza de arcilla roja, y en la que es adorada, una especie de sábana sánta mistica, que en su dia perteneció a Dios, un billete de cien pesetas de proporciones monstruosas. Pero esto no le importa a Torrezno, él sólo quiere encontrar un bar dónde tomarse unos chatos. Entretanto los iconoclastas atacan la ciudad y Torrezno huye hacia unas montañas que se parecen bastante a un sofá de dos plazas, por una llanura en la que hay unas extrañas columnas de madera barnizada, hay ruinas con forma de osito misha, y en la que el sól es una luz rectangular que permanece fija en la lejania.

El momento cumbre del cómic llega cuando Torrezno consigue llegar a la sede de la religión de la zona, y dónde por haberles restituido la sábana santa le permiten ver el objeto definitivo de la creencia: El DNI de Jose Hilario Viñeiredo. “Dios del Universo, de estado civil, soltero, de profesión funcionario, y de sexo uve”, cantan los salmos.

En el último capitulo se nos da la explicación. Jose Hilario es un funcionario solterón, que por aburrimiento ha construido un jardín en el sótano de su casa, y, por aburrimiento tambien, un dia talla dos figuras humanas en madera, para, al dia siguiente, encontrarse que han cobrado vida, le llaman Padre, y le consideran Dios. Desafortunadamente, Jose Hilario tienta a la pareja y éstos le decepcionan, con lo que abandona el sótano y se olvida de él durante más de diez años, para encontrarse a su regreso con “el micromundo” en el que misteriosamente vive Torrezno, y con que su existencia como padre creador ha provocado una lucha religiosa que amenaza a toda su descontrolada creación.

Una obra verdaderamente especial, con un argumento sorprendente, divertido y que reflexiona sobre la realidad y la religión. Merece muchisimo la pena.

Horizontes lejanos tiene su continuación en Escala Real y Limbo sin fin.

Horizontes lejanos, Santiago Valenzuela. Ediciones de ponent. Colección solysombra. ISBN 84-899-2928-9,

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