lunes, enero 05, 2004

Esta noche me ha debido sentar mal la cena.

Otra explicación no le saco. Me he pasado media noche dando vueltas en la cama, pensando. Pensando en la edad que tengo, en que mejor me pongo ya a hacerme un plan de pensiones (esto lo saqué de siete vidas, que gran serie), que ya iba siendo hora de echarme novia y perder de vista a mis padres, de conseguir un curro estable y medio decente y que estaba perdiendo mucho tiempo con tonterias y que tenia que esforzarme más. Es decir, la tipica comida de tarro que muchos han tenido en fin de año, con lo del balance del año y demás, pero con algo de retraso. Es lo que tiene sentirse más joven de lo que se és, aunque sea unas semanas. Y vivir en la luna, tambien hace, aunque cuando me agacho parece más bien que viva en Jupiter, porque me crujen las rodillas cosa mala. El caso es que he tomado, una vez más, una determinación de cambio. A ver como resultará. Eso si, para variar, esta vez acometo el cambio con optimismo. ¿Será esto lo que llaman hacerse adulto? ¿o será lo que llaman delirio producido por intoxicación alimentaria?

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