viernes, octubre 02, 2009

Sobre Vicente Molina Foix

El 18 de Septiembre, Vicente Molina Foix publicó en la revista Tiempo una columna bastante insultante sobre el cómic como fenomeno cultural: Dibujos animados.

Tengo que decir que el nombre de este señor me sonaba, como me suenan los de miles de autores más que me pasan por las manos en la biblioteca, pero que no habia leido nada suyo. Es más, ni siquiera sabia que tambien era director, pero hoy en dia esas lagunas culturales desaparecen en dos clicks gracias a google.

Las reacciones a la columna no se hicieron esperar: quejas en blogs, cartas a la revista, un grupo de protesta en Facebook con más de 1.000 miembros... Entre mis amistades Facebookeras tambien cundía el enfado y nos ibamos realimentando, así que a las tantas de la mañana les escribí a los de la revista Tiempo una carta de protesta que empecé muy bien, pero que como me fui calentando terminé con un par de impertinencias, y les pedí que no la publicaran ni nada, que era sólo para que conocieran mi opinion.

Y bueno, hoy buscando actualizaciones sobre el tema me he topado con que mi carta era el cuarto resultado en Google al buscar "Molina Foix Tiempo". Que majos los de la revista Tiempo.

Lo peor de todo es que estaba bastante cabreado, así que ni le pasé el corrector ni nada, y tengo algunas faltas de ortografia horrorosas como el "a cargado" sin h... pero bueno, perdidos al rio.


Sobre Vicente Molina Foix

Soy un lector ocasional de su revista, ocasional en tanto que consulto todo tipo de suplementos culturales, intento estar informado en general y picoteo un poco de todo. Aprovecho, porque soy bibliotecario, para curiosear por todas las revistas que recibo en la biblioteca, en busca de material que pueda interesarme a mi o a mis usuarios.

Hoy me he sentido atacado, como profesional, como persona y como admirador de la cultura en todas sus manifestaciones. Su colaborador-columnista Vicente Molina Foix... dejemoslo en que tenemos una forma diferente de contemplar la cultura y el arte en general. Resulta indignante que un director que, diciendolo suavemente, es muy poco valorado dentro del ya pesimamente valorado cine español, venga a dar lecciones sobre lo que es arte o no. Y encima citando datos incorrectos como la fecha del aniversario de Lolita.

Diganle de mi parte al señor Molina Foix, que estamos en el siglo XXI, que existe una pluralidad de formatos, de estilos de artes, que las fronteras se estan disolviendo, y que esta nueva cultura a la que estamos llegando es una cultura global, plural, llena de miles de influencias. Es un crisol de influencias que abarca el cine, la literatura, el comic, la ilustración, la escultura, los videojuegos... y se retroalimenta. Diganle a este señor que Jonathan Lethem, el novelista, miembro de la Next Generation (vamos, la posterior a la generación X), no sólo entremezcla influencias comiqueras en sus novelas, sino que le acaban de traducir al castellano Omega el desconocido, un cómic. Pero esto no es sorprendente, porque Michael Chabon, otro magnifico escritor actual, de la misma generación, a la que pertenecen Chuck Palhaniuk, el difunto David Foster Wallace, tambien ha publicado varios cómics, los del escapista.

Pasenle, por favor, la respuesta que Alvaro Pons da a su columna en su blog, La Cardel de Papel, llamada "por alusiones". Una respuesta muy elegante, muy comedida y muy ilustrativa, que refleja la profesionalidad de Pons y la falta de la misma por parte de su columnista, que no sólo ha demostrado su ignoracia y el orgullo con que la lleva, sino que además a cargado contra él sin dar nombres. http://www.lacarceldepapel.com/2009/09/22/por_alusiones/

Si se atreven, publiquen ese escrito de Alvaro Pons junto a la proxima columna de ese señor, si es que deciden seguir publicandole, cosa que no les recomiendo, a no ser que su estrategia para dar a conocer más aun la revista sea a través de las quejas que genera. Y en el caso de que decidan continuarla cambien el titulo de "visiones" a "fumadas", o incluso "incultura".

He comenzado muy bien, muy comedido, pero como pueden ver, me he ido calentando. Inevitable.
Entre el tono y las prisas, no estoy muy satisfecho con la carta, así que no quiero que la publiquen en su revista, simplemente que conozcan las reacciones que ha suscitado su columnista.

Pau Martinez,
Avido lector y Bibliotecario de la red de bibliotecas populares de Barcelona asi como miembro del Grupo de Trabajo de Biblioteca y Cómic del Colegio Oficial de Bibliotecarios de Cataluña.

martes, septiembre 15, 2009

De Transhumanismo, Ebooks y Moravecs.

Hans Moravec, de acuerdo a lo que cuenta Dan Simmons en Ilion antes de ponerse realmente aburrido, fue un investigador que durante el siglo XX formuló una serie de preguntas sobre qué significaba ser humano, sentando las bases del transhumanismo.

Moravec se preguntaba en qué momento dejábamos de ser humanos para convertirnos en otra cosa. ¿Sigue siendo humana una persona sin piernas? Indudablemente. ¿Y si tuviera piernas robóticas? Pues también. ¿Y si no fueran sólo las piernas? ¿Y si fueran substituidos también los principales órganos internos? ¿Sigue siendo humana una persona que ha perdido la movilidad por completo? ¿Seguiría siéndolo si su cerebro fuera transplantado a una interfaz robótica? ¿Si los impulsos nerviosos fueran registrados y trasladados a una matriz informática y el original orgánico fuera descartado? ¿Qué nos define como humanos? ¿Nuestra forma física? ¿Nuestro cerebro? ¿Nuestra mente como información pura, datos, reglas y axiomas?

O, substituyendo el enfoque mecanista por el formista: ¿Cómo afectarían las modificaciones genéticas nuestra visión del ser humano? ¿Qué porcentaje de modificación del ADN aceptaríamos como todavía humana? Selección de sexo, color de pelo, altura, peso, predisposición a las enfermedades, músculos y esqueleto optimizados, sistema digestivo, inmunología, regeneración, adaptación al vacío, fotosíntesis….

¿Donde está la barrera? ¿Dónde está el punto de no retorno?

“Humano” es una etiqueta y las etiquetas no son sino signos lingüísticos, cuya forma, el significante, se mantiene en el tiempo, mientras que su contenido descriptivo, el significado, evoluciona. El concepto de “Humanidad” ha variado mucho con el tiempo, y se ha ido refinando. Lo hemos moldeado creando un referente de cómo nos gustaría o nos daría miedo ser, dependiendo de la época y los movimientos culturales de cada momento.

Estas preguntas son la base de un transhumanismo emergente, posmodernista. Estamos cambiando, pero los cambios son demasiado bruscos y desconcertantes. No terminamos de saber a donde vamos. Vivimos en una época caótica, llena de contradicciones, morales, credenciales y vitales, y el miedo al cambio nos paraliza como especie. El cambio está llegando, pero todavía nos queda lejos, hay mucho que aprender.

Algunos hemos aprendido a volcar parte de nuestra consciencia y nuestros recuerdos en primitivas interfaces maquinales. Tenemos agendas electrónicas que organizan nuestra vida, ordenadores que nos permiten dan forma a nuestro pensamiento y expresarlo en narraciones coherentes y obras plásticas de una riqueza prácticamente fractal. Nuestra capacidad de proceso de la información se eleva en millones de kilobytes por segundo, somos capaces de extender nuestra volición a las bases mismas de la materia y de desintegrar la estructura atómica. Este volcado de datos no es intrusivo, sino que utiliza interfaces físicas simples: teclados, ratones, sensores. Nada demasiado complicado.

Hemos aumentado nuestra longevidad y aprendido a luchar contra algunas enfermedades graves. Ya podemos detectar malformaciones en la gestación y, en algunos casos, solventarlas. Pero los actuales prejuicios culturales a la investigación sobre individuos sintientes y células madres enlentecen nuestro progreso.

Ha habido cambios, muchos cambios, en muy poco tiempo. Dudo que para la categorización del individuo primitivo un homo tecnológico actual pudiera seguir considerándose humano. Hemos empezado ya un cambio que lenta pero inexorablemente nos alejará de lo que fuimos.

¿Y qué seremos? No podemos sino especular, y eso es algo que la ciencia ficción ha hecho, y extensamente. Gente como Bruce Sterling o John Varley o Philip K. Dick y toda la gente que conforma el actual movimiento transhumanista.

Palabrería y palabrería. Especulaciones en el vacío. Pajas mentales.

O eso pensaba ayer.

Llevo unos días pensando en comprarme un E-Reader. ¿Y esto qué tiene que ver?, diréis. Pues poco y mucho.

Yo siempre he sido un fetichista de los libros. De su tacto, de su olor, de sentir su peso en mi mano, el placer de la expectación al pasar página, el sentimiento de finalidad al fin de capitulo, ese punto de añoranza al terminar la obra, al sentir que no hemos leído suficiente, que habría estado bien un poquito más…

Pero el tiempo pasa para todos. Las hojas amarillean, los bordes se desgastan, el lomo se cuartea, la colección cada día ocupa más sitio. Por la red circulan libros escaneados, versiones en Word. Pero no son libros. Los libros tienen peso, olor, sabor. Pasa el tiempo y compramos una reedición de un clásico ya desgastado. No es el mismo libro que leímos. Estamos incómodos ante él. ¿Porqué? ¿Acaso el contenido no es el mismo? ¿Acaso no es papel también, no tiene peso, sabor, olor? ¿Dónde empieza el libro y donde acaba?

¿Qué son los libros sino retazos de pensamiento estructurado? Información.

Tomo en mis manos el E-reader. En su interior se halla una biblioteca virtual cuya versión física se extiende a lo largo de toda mi casa. Una tonelada de papel contenida en un artefacto de doscientos gramos. Paso las páginas a toque de botón. Cada palabra, cada coma, cada párrafo, es un espejo de la versión en papel. ¿Es un libro?

¿Qué es un libro? ¿Es una envoltura, un formato, un receptáculo, un contenido, una expresión? ¿Dónde están los límites?

No hay más límites que los queramos crear con nuestra mente caduca de primate.

Ha llegado el momento de transcender.

O extinguirse.

martes, agosto 04, 2009

Alabado sea Windows!

Al ir a consultar el calendario del pc para confirmar una fecha me he llevado una sopresa porque... todos los dias de Agosto eran domingo!


Raudo y veloz he pegado un pantallazo y se lo he enviado a Microsiervos para la sección de WTF y a Alvy le ha hecho la gracia suficiente como para colgarlo y enlazarlo con este post.

Aprovecho para justificarme una vez más y decir que voy a retomar el blog. Otra vez. :P

Es algo que tenia pensado de hace tiempo y más teniendo en cuenta que lo dejé con un cliffhanger que ni George R.R. Martin: estudiando para oposiciones, la espalda chunga, las migrañas florecientes, y sin comentar un puto libro desde hace más de un año. Los últimos tres años los he pasado estudiando, trabajando o de baja y mi vida social se ha resentido lo suficiente como para que alguna gente sólo sepa de mi a través de las entradas que cuelgo de año en año.

De momento sólo os diré que si no he escrito es porque estaba poniendome al dia con mi vida. :)

Lo que no digo es cuando voy a escribir, porque este viernes empiezo vacaciones y me voy fuera, a experimentar con la extraña sensación de tener un dia libre sin tener que estudiar, ni que hacer trabajos ni (toquemos madera) encontrarme mal por algo que no sea una merecida resaca. XD