viernes, febrero 27, 2004

Soy un puto yonki del papel.

El viernes recibí un envio de libros desde Argentina. Todos descatalogados: los dos primeros volumenes de la saga de Chanur ( menudo nombre), de C.J.Cherryh, el tercer volumen de la saga de los Deryini, de Katerine Kurtz ( otro nombrecito, pero éste no está inventado), El mundo invertido, de Christopher Priest, Los Genocidas de Thomas Disch, y el ensayo de Pablo Capanna sobre Philip K. Dick, Idios Kosmos.

Como si ésto fuera poco, una vez más usé mis habilidades metahumanas para comprarme en el mercado de San Antonio dos pequeñas joyas: El libro de los muertos, una recopilación de terror considerada uno de los mejores libros publicados en 1990, cuando aun se publicaba terror en este pais que cada vez lee menos, y Fuerzas Oscuras, de Dennis Wheatley, una autentica ida de castaña que mezcla espias, magia negra, poderes sobrenaturales, judios satanistas y nazis, en plena segunda guerra mundial. Promete, promete.

Como si ésto fuera poco, me he comprado tambien La máquina blanda de William Burroughs y Titus Groan, de Mervin Pike, libro que me llama mucho la atención pues segun dice mi amiga Plastikman Se puede decir que los lectores de literatura fantástica de la segunda mitad del siglo XX se podrían dividir en dos grandes grupos: los de Tolkien y los de Peake.

Vamos que tengo libros para rato... pero igualmente ya le tengo echado el ojo a media docena... y la pila de pendientes que no decrece... no doy a basto.

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