Odio madrugar. Y llevo dos semanitas, desde que soy kioskero, que si quiero hacer algo tengo que levantarme a horas que hacia años no sabia ni que existieran. No penseis mal, a la hora de escribir este post ya hace bastante rato que estoy levantado, no me quejo de vicio. Bueno, un poco si.
Hasta la una no empiezo a currar, con lo que he tomado la determinación de levantarme pronto, estudiar algo, e ir a la piscina, que falta me hace. He recuperado los kilos perdidos desde enero.
La culpa la tienen los del bar de la esquina, al lado del kiosko, que son sorianos, y hacen unos bocadillos espectaculares, que están buenisimos, son enormes y llevan substancias adictivas, como el tabaco, para enganchar a los consumidores... Es coña, ya se que el esfuerzo debe ser mio... pero estos dias están siendo un poco dificiles, y aunque no necesito las calorias extras, si que necesito el aporte anímico de una buena pitanza.
Pero bueno, hay que tener fuerza de voluntad.
Así que hoy me he levantado pronto para ir a la piscina, y mañana no sólo me levantaré pronto, sino que iré. Hoy es que ya no me da tiempo, como me he puesto a enredar con el ordenador...
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