Bueno, hace un par de entradas decia que de salud bien, que nada a destacar salvo alguna contractura.
Pues me equivocaba. Durante los últimos meses he ido teniendo dolores de cabeza cada vez más frecuentes, hasta que ha llegado un momento en que se han hecho permanentes y desesperantes. El 20 de octubre, en la boda de mi amigo O. empecé a tener migraña, pero la atajé a tiempo con una pastilla, o eso creí. El dolor volvió a la noche y se mantuvo más o menos constante hasta el sabado siguiente. El domingo por la tarde volvió y se fue incrementando, hasta el lunes por la noche en que fue practicamente insoportable. El martes por la mañana, cuando me desperté para ir a trabajar el dolor no sólo permanecía sino que era incluso peor. No fui a trabajar, me dirigí al CAP y me dieron la baja dos dias hasta que empezara las vacaciones y me mandaron un TAC urgente.
El TAC ha salido bien, no hay nada de lo que tener miedo, y la nueva medicación me ha ayudado bastante. Tambien me ha ido de coña un artilugio para hacer masajes en la cabeza que funciona con pilas y que es muy efectivo a la hora de relajar la musculatura de la cabeza. Tenia uno parecido que no vibraba, pero ni punto de comparación. Tambien me ha ido muy bien una bolsa llena de gel que se mete en el congelador o en el micro y luego se aplica en las zonas doloridas, aportando calor o frio secos.
Me han dicho que buena parte de mis problemas vienen del estres y que presento sintomas de
cefalea tensional. Lo cierto es que me da igual que sea migraña o cefalea o dolor de cabeza o cómo lo quieran llamar, es semantica hueca. Lo único cierto es que, sin importar el nombre, es DOLOR, dolor en negrita subrayada cuerpo 76, y uno de los motivos por los que me cuesta tanto transmitir lo que se siente es que es una de esas experiencias que sólo puede ser concebida de forma subjetiva. Del mismo modo que una persona positiva no puede entender la depresión, y que un deprimido no puede entender la alegría, el dolor que compartimos los migrañosos no es facil de transmitir a quien no lo parece.
Lo peor de este dolor es que realmente me incapacita para muchas cosas, entre ellas, pensar con claridad. Esto hace que, poco a poco, me de miedo hacer determinadas cosas, por miedo a no poder hacerlas o terminarlas. Así pues, demoro mis lecturas para C o Bibliopolis, mis colaboraciones con algunos proyectos como la Tercera Fundación o el Grupo de Trabajo, o mis trabajos para la UOC, y esto me provoque aún más ansiedad cuando veo cómo todo se acumula, y claro, como voy a ponerme a postear en el blog teniendo todo eso pendiente... Al final termino sin hacer nada, me agobio, me estreso y me duele más.
La solución viene no sólo de los medicamentos sino tambien de la mano de un cambio de dieta y practicar técnicas de relajación y eliminación del estres y el dejar de procastinar. Así pues, aprovechando que voy a estar todo un mes de vacaciones, creo que es el momento de dar un giro radical a mi vida, hacer un cambio de habitos y ver que pasa. Y bueno, promesa de fin de año que hago ya: no meterme en más proyectos hasta que termine los actuales.