Ilión

Ya puestos voy a hablar un poco de Ilion

Me ha gustado mucho, lo admito, aunque tenia mis reservas y lo he tenido atravesado durante varios meses porque en las primeras páginas hay un piedro que me dejó roto. Es un piedro excusable una vez que ves la razón por la que aparece, pero no por ello deja de hacer daño a la vista. Pero luego se arregla todo, y poco a poco Simmons logra que nos enganchemos a la trama.

Trama, que por cierto, parece sacada de un sueño humedo de friki sudoroso, al estilo de "Lenin contra Godzilla", "Los Vengadores contra Operación Triunfo", "Todos contra todos" o "el cura de mi pueblo y el boticario contra Dios".

¿Que exagero? En Ilión salen griegos y troyanos pegandose de tortas contra los mismos dioses, que en realidad son posthumanos con una tecnologia tan avanzada que parece magia, seres biomecanicos fanaticos de Shakespeare y Proust, humanos que en su vida han oido hablar de Proust ni shakespeare, ni de nadie que no sea la lagarta o lagarto con el que se liaron la semana pasada, entidades de inteligencia artificial que se creen personajes de esas mismas obras de Shakespeare, hombrecitos verdes de marte y muerte y destrucción a niveles épicos. Glorioso. Lastima de que el libro sea una primera parte y nos deje con la miel en los labios.

Una pega del libro son las referencias a la obra de Shakespeare y la própia Iliada, por lo que me estoy leyendo La tempestad, de Shakespeare y algunos ensayos sobre el tema. La iliada la tengo medio fresca de haber leido un libro de Robert Graves sobre el tema, con lo que no hay problema en ese sentido.

No cuento mucho más, lo dejo para cuando salga la reseña, cuando salga, donde salga, si sale.

Algunas excusas

Estos dias, incumpliendo una vez más mis buenos propósitos, estoy dejando un tanto abandonado el blog. Tengo excusa. Se ha producido una conjunción entre mi trabajo de bibliotecario suplente, la primera práctica de Tecnicas de analisis documental, la cuarta de Inglés III, estoy preparando una partida de Vga Planets para unos amigos y, para postre, despues de una larga espera me he terminado Ilion y me he embarcado en redactar su reseña a ratos muertos (Que paciencia tiene Nacho conmigo, po dió).

Sociedad Limitadisima

Sociedad limitadisima, German Villaespesa y su Hamster de presa es el ultimo álbum de Santiago Valenzuela, el ídolo de las masas (de momento entre mis conocidos ya somos tres los que lo leemos), y nos llega de la mano de la gente de Ariadna Editorial por el nada módico précio de, argh, catorce eurazos. Catorce!!!!!!

No espereis encontrar un nuevo Capitan Torrezno, aunque podreis encontrar al antiguo haciendo un cameo en una de las viñetas. Nos encontramos ante un Valenzuela en estado puro: surrealista, guasón e imprevisible.

Sociedad limitadisima es un album recopilatorio de histórias cortas, dibujadas entre 1995 y 2004, de apenas 64 páginas a todo color. Saben a poco, la verdad, pero empiezan a recoger ya algunas ideas que luego madurarán en la gran epopeya torreznil y el gusto de Valenzuela por la épica, los borrachuzos de taberna y lo irreal de lo cotidiano.

A lo largo de las diversas histórias recogidas en el cuaderno, iremos conociendo a Germán y su hamster Leandro, dos detectives vividores de oscuro pasado que sufren o padecen más que protagonizan, una série de aventuras demenciales. Podremos ver tambien la evolución de Valenzuela a lo largo de los años y como va tomando forma su particular estilo. Hay un fragmento en el que podemos ver ecos de lo que un dia será el minimundo de Deneem, en una primera version como la ciudad subterranea que acoge los secretos de los atlantes, en las profundidades de Talamanca del Jarama, provincia de Murcia.

Un album que los fans de Valenzuela no podemos dejar pasar, aunque a un lector ocasional le puede resultar un tanto extraño y dificil de abordar. Y caro, no lo olvidemos, aunque yo he pagado a gusto, con muchos menos remordimientos que con los otros cómics que compré ayer.

Imprescindible.

Ya es primavera en el corte inglés.

Y yo que me alegro.

Ya se va el frio, llegan las lluvias, llega el entretiempo.

Llega esa maravillosa temporada del año en que sales en manga corta a la calle y a las dos horas te está lloviendo y las temperaturas te bajan diez grados, o que sales a la calle con un chaqueta y tu jersey grueso, y un par de soplos de viento se te llevan las nubes y hacen salir el sol, y ala, a sudar...

Como me gusta la primavera.

Menos mal que.... Se acerca el invierno!!! :D:D:D

Aniversarios

Durante dos sábados consecutivos he celebrado mi aniversario con dos grupos distintos. Mi grupo de amigos de toda la vida, con los que me fui de calçotada, y el nuevo grupo de cyberdarkianos con el que me relaciono desde cosa de un añito y con los que fui a cenar a un chino vietnamita. Me lo he pasado estupendamente en las dos celebraciones. Tengo suerte de relacionarme con gente tan maja.

Mi cumpleaños es una época que habitualmente no me gusta, porque suelo relacionarla con algunas malas épocas que he tenido y tiene bastantes malos recuerdos asociados, pero este año no me han dado tiempo a pensar en nada, sobre todo los cyberdarkianos, que me pillaron absolutamente por sorpresa (podía olerme que me iban a regalar algo, pero no que se portaran como lo han hecho).

Y además los regalos han sido acertadísimos.

Por un lado, libros:

Choque de reyes, de George R. R. Martin, libro multiuso que sirve tanto para pasar un buen rato, como para ejercitar los bíceps, o como arma defensiva arrojadiza. Tengo ya casi completamente olvidado el primer volumen, Juego de Tronos, pero aun así el recuerdo que conservo es francamente bueno. Aunque considero que la saga de Geralt de Rivia es superior a Canción de Hielo y Fuego, tengo que admitir que es una obra muy especial. Si el primer volumen me lo leí durante un viaje de tren casi sin enterarme, será por algo. No os perdais la estupenda ilustración de cubierta de Corominas

La trilogía templaria, de Nicholas Wilcox. Tres libros que forman una saga que engloba desde los templarios y la búsqueda del arca de la alianza en el remoto año de nuestro señor de 1307, pasando por la segunda guerra mundial y los nazis, hasta llegar a la época actual, en la que se mezclan criminales de guerra nazis, mafiosos sicilianos y monjes ortodoxos. No espero una obra de gran profundidad, simplemente un pastiche agradable de leer con mis grandes temas favoritos: nazis, ocultismo y sociedades secretas. Yum yum.

Shoggoth’s Old Peculiar, de Neil Gaiman. Un cuento corto de corte Lovecraftiano y humorístico de la mano del genial guionista de Sandman, acompañado de unos ¿bonitos? y sugerentes dibujos. Está en inglés, lo cual me va a ir muy bien pues me pasaron unos pocos días antes el texto traducido y podré cotejar las dos versiones.

Por otro lado, juegos:

Colossal Arena, de Reiner Knizia. Reimpresión actualizada de Titan Arena. Es un juego bastante curioso, cuyo objetivo consiste en hacerse rico apostando en la arena de gladiadores. Ocho criaturas (de doce disponibles) luchan en la arena y sobre ellas se van lanzando cartas de combate (con un valor de entre 0 y 10). El máximo apostador de cada criatura tiene la posibilidad de usar el poder especial de la criatura al usar una carta sobre ella. De momento lo hemos probado un día, pero aunque fue entretenido, quedó demostrado que es necesario jugarlo con un numero mínimo de tres personas y un numero ideal de cinco.

Bang! de Emiliano Sciarra. Un juego de cartas en el que los jugadores se enfrentan encarnando los papeles de sheriff, forajido, ayudante de sheriff y renegado. Aun no lo he probado, pero tiene pinta de ser divertido. En la página de Game Geek hablan bastante bien de él y hay un montón de comentarios. Lo malo es que es para jugarlo entre cuatro y siete jugadores, y ya se sabe que pasa a la hora de intentar quedar grupos grandes…. A ver cuando creamos un grupito semipotente entre los poquitos a los que nos gustan estos jueguecitos.

Juego de tronos, de Christian T. Petersen. Ya Nacho había comentado hace un tiempo que le habían regalado el juego y lo había estado probando. Yo aun no he tenido oportunidad de hacerlo, pero ya he podido babear un poco mientras destroquelaba las piezas (anoche a las tres de la mañana cuando volví de la cena) y hoy mientras leía las reglas. El hecho de estar leyéndome las sagas es un aliciente más a la hora de jugar, y espero que la gente con la que juegue acabe cayendo también en leerlas, con tal de poder explotar al máximo las posibilidades del juego, que básicamente consisten en frikear durante la partida soltando citas del libro como “Las cosas que hago por amor” e “Hijos de puta, han matado a Ned”. Una nueva muestra de buen hacer de la gente de fantasy flight, que, por cierto, son los mismos del Colossal Arena.

Uno que pasaba por la cena de ayer, me regaló también el primer DVD de la opera de Wagner, El Anillo del Nibelungo: Das Rheingold (el oro del Rin), en la versión del Gran Teatre del Liceu. Estoy seguro que disfrutaré muchísimo este regalo, y más viniendo de un enamorado de la ópera como él. De momento apenas he ojeado un poco el libreto de acompañamiento de los DVD, y los primeros treinta minutos del la opera (no podia parar!!) pero tiene muy, muy buena pinta. Soy un gran enamorado de la mitología nórdica, y la historia del anillo del nibelungo me gusta desde la primera vez que oí hablar de ella. En cuanto al DVD en si, los decorados resultan muy sugerentes, con unos efectos muy logrados hechos con humo y láseres, y el vestuario, aunque resultaba un poco chocante al principio al ser un tanto futurista, creo que da el pego completamente y queda mejor que un vestuario más medievalista.

Tambien me cayeron una camiseta (negra, como no!) y una chaqueta azul (azul!!) que iré a cambiar un dia de estos antes de que se caduque el ticket :P.

No puedo quejarme, la verdad. Aunque el mejor regalo es la compañia de buenos amigos como estos. Y una cosa muy buena de que te regalen juegos de mesa es que puedes compartirlos con ellos.

Y el mundo sigue rodando.

Despues de la despedida de la Cyberdark.net , del big crunch, el Gotterdammerung de los dioses naranjas o como se los quiera llamar... me he dado cuenta de que todo sigue un poco más o menos igual.

La biblioteca se va a salvar, de las manos de los conservadores de La Tercera Fundación, y las críticas de portada continuarán tambien en el mismo lugar. La gente, o la tengo en el msn, o en Irc o repartida por Sedice, Estación de nieblas y media docena de blogs, seguimos en contacto.

Es como si hubiera habido un local muy espacioso al que hubiera ido durante años con todos mis amigos y lo hubiesen cerrado de golpe. Pero hay más locales, y todavia nos podemos seguir viendo. Hay locales muy masificados y con muy mala ventilación, lugares pequeños pero selectos, otros mejor o peor comunicados... pero bueno, todo sigue, el mundo sigue rodando, y ya nada será lo mismo, para bien o para mal (todo depende como lo orientemos).

Me enciende la sangre cuando veo los Trolls aparecer y veo que no puedo darles con el mocho, pero espero que mis relevos aprendan a tortas la importancia de usar buenas mopas.

Wu wei. No aferrarse. Vivir el momento, como si no hubiese otra cosa.

Aunque lo cierto es que no la hay.

King kong murió por nuestros pecados.

Cada vez veo más las cadenas que me atan.

Son cadenas que yo mismo he forjado.

Con la ayuda de mis padres, de mis amigos, de la iglesia, del colegio, de mis amigos, de la tele… pero no nos engañemos, las he forjado yo.

Son cadenas creadas a partir de la observación de lo que estaba bien y lo que estaba mal.

Son cadenas que han crecido conmigo y se me han ido ajustando a medida que pasaban los años, y mi carne y mis huesos se han acomodado a ellas poco a poco sin que me diera cuenta.

No harás, no dirás, no pensarás. Eso no es bueno, eso es malo, eso es bueno, eso es deseable, esto no, lo de más allá es lo mejor. Debes ser así.

Y luego la dura verdad es que ser así o asá no nos da sino problemas, que siempre andamos deseando lo que no tenemos, insatisfechos con lo que somos y no somos, y deseosos de hacer cosas que no nos atrevemos a hacer.

Cada dia me veo más como un King Kong de pacotilla, encadenado a una jaula, dando vueltas sobre un lecho de paja rancia, mientras el mundo pasa bajo mis pies, sin saber muy bien a dónde voy, dejandome llevar. Cada dia tiento un poco mis cadenas, probando su dureza granitica. Tintinean.

Y me he dado cuenta…

…de que son tan duras como yo quiera que sean.

Catarsis

He dejado el blog abandonado bastantes dias.

Me costaba encontrar algo interesante que decir. Falso

Me costaba encontrar tiempo para escribir. Falso

Me costaba ponerme con ello, no se porque. Falso, si que lo sé.

Me costaba pararme a pensar, y reflexionar por las cosas que hago y como las hago. Nos vamos acercando.

Hoy he escrito un cuento. Hacia tiempo que no escribia nada creativo, tras la catarsis que representó mi despedida de cybedark.net, y mucho más desde la última vez que escribí algo, pero de pronto, allí estaba. La inspiración. Las ganas, el ansia, el impulso. Hacia tiempo que no lo sentia llegar de esa forma, hacia tiempo que no me dejaba llevar así.

Han sido apenas seis páginas, 3.000 palabras. 16.000 caracteres, sin espacios. Parece poco, pero en realidad me resulta mucho, suelo trabajar textos más breves. Y encima con dialogo. Y además tratando un tema personal. Toma ya.

Parece ser que el taller al que acudo está dando frutos. Es un taller curioso, en el que más que aprender a escribir estamos aprendiendo a ver. A ver el mundo, a vernos a nosotros mismos, con otros ojos, que resultan ser los nuestros propios. A mirarnos como somos y no como nos vemos, como creemos que somos.

Fruto de estas reflexiones me estoy dando cuenta de muchos de mis temores y miedos encubiertos y de esta maldita manía... ¿maldita? tan fino como siempre, no tengo remedio... de esta puta manía que tengo de postergarlo todo, de dejar para mañana lo que puedo hacer hoy.

Hoy es un buen dia para llamar al cambio, una vez más. No todos los dias uno cumple años.

Pero no haré planes ni me fijaré objetivos. Lo que salga saldrá. Sólo dejo patente mi voluntad de cambio.

Un sueño ( 12 de febrero)

Llevo una temporadita soñando contigo. Pero anoche fue distinto.

Estabamos como siempre, hablando, aunque más que hablar era una discusión. Vamos, como siempre, tal y como dije.

Y entonces te corté mientras hablabas y te dije lo que pensaba, tal y como lo pensaba.

Y me miraste sonriendo, y me dijiste: "Si me lo hubieras explicado antes así", y tu sonrisa estaba en tus ojos y en tu cara, sonreias como nunca te habia visto sonreir.

Y caimos en brazos el uno del otro, fundiendonos en un abrazo que duró lo que duró la noche y en el que todo quedaba perdonado.

Y lloré al despertar y lloro ahora al escribir, y lloraré cada vez que lea estas lineas.

No te olvido.

Cada dia pienso en ti. Te echo de menos.

El imprevisto está a la vuelta de la esquina.

Hoy he estado hablando con mi madre de como las cosas que parecen certeras pueden girarse, de cómo el imprevisto puede llegar en cualquier momento y que hay que aclimatarse a ello, que nuestras expectativas no siempre se cumplen, y que es entonces cuando el espiritu de adaptación se manifiesta.

Ella me ha respondido que muy bien, pero que el trozo de tortilla que sobró de la cena y estaba en la nevera, era para comer hoy, y que si tengo hambre de madrugada que coma yogures.

El invierno no se acerca, ya está aquí.…

Tanto mentarlo, tenia que llegar, tarde o temprano. Y en invierno pasa lo que pasa. No hay cosechas, no hay frutos, los bichos se esconden… Y esta cigarra que os escribe, que se ha pasado los meses bailando y saltando, y yendose a comer shawarmas y de kedada a Madrid, y al cine, y al japonés, y que se yo cuantas cosas más, pues se ha levantado esta mañana con cero mil cero cientos cero euros y cero centimos en la cuenta bancaria.

Por suerte, como tambien tengo genes de ardilla (Hoy me siento un tanto zoomorfico), tengo mi buena reserva de nueces, preparada para estos duros momentos de mono coleccionista. Con la adquisición de “Animales y más que animales”, de Saki, se cierra un ciclo de comprador compulsivo de libros y cómics y hedonista consumidor de niguiris sin fin. Tengo reservas para pasar este invierno economico que acecha sobre mi cartera, pero será duro afrontar las novedades editoriales de marzo.

Afortunadamente, mi entrenamiento Zen y mis piernas de corredor de fondo, me permitiran resistirme a la tentación en los momentos más duros y huir rapidamente con mi botín en caso de sucumbir a ella.