La sombra del torturador

La sombra del torturador, de Gene Wolfe, es un gran libro, de esos que te hacen levantar de la silla y quitarte el sombrero para hacerle una reverencia al autor, para divertimento de la gente que está contigo en la biblioteca.

Con claras influencias de Borges, La sombra del torturador empieza con el torturador Severian que narra su juventud en La Ciudadela del Autarca, dentro del grémio de Torturadores, rememorando cómo conoce al anarquista Vodalus y se convierte en su seguidor, cómo cae en desgracia en el grémio, siendo expulsado, y cómo se ve obligado a abandonar la Ciudadela y todo lo que conocia para vagar en busca de un destino lejano donde realizar su oficio.

Severian es un personaje curioso. Torturador de profesión, no es cruel, ni gusta de torturar a la gente, lo considera un simple oficio que hay que realizar correctamente, pues, ya que tiene que hacerlo alguien, mejor que lo haga bien. Así pues, su tarea es tanto torturar y ejecutar gente, como confortarlos en sus últimas horas, y convertir lo que sería un momento atroz y vejatorio, en algo más digno para la victima, elegante e incluso artistico, sin ningun tipo de escrupulo moral por su parte. Severian nos narra su historia en retrospectiva, pues lo que estamos leyendo son sus memorias, traducidas de un texto antiquisimo. Severian presume de tener una memória infalible, pero, a medida que pasamos las páginas, podemos ver que cae en diversas incoherencias, vacios, reinterpretaciones, y que recurrentemente aparece en el relato su maestro Malrubius, muerto cuando él era un niño, pero presente en su vida de adulto. Esto nos hace dudar de la memória, o incluso de la cordura, de Severian. Este es uno de los rasgos más borgianos de la novela, pues es una idea del mismo Borges: "Bioy Casares había cenado conmigo esa noche y nos demoró una vasta polémica sobre la ejecución de una novela en primera persona, cuyo narrador omitiera o desfigurara los hechos e incurriera en diversas contradicciones, que permitieran a unos pocos lectores -a muy pocos lectores- la adivinación de una realidad atroz o banal."" Wolfe se considera un gran fan del argentino, con lo que no será ésta la única referencia que encontraremos.

El libro está escrito con un estilo verdaderamente hermoso, muy descriptivo y evocador. A veces me parecia estar en las profundidades de la ciudadela, recorriendo sus muros de piedra, y cuando Severian sale por primera vez al exterior, es casi perceptible el olor a sangre seca, hierro y oscuridad que le acompaña. Es además un libro misterioso, pues Severian nunca ha salido de la torre en la que fue criado, y el mundo que descubre es nuevo tanto para nosotros como para él, lleno de enigmas, de mágia, de máquinas prodigiosas, en el que el poder absoluto es regentado por El Autarca y en el que un oculto Vodalos planea derrocarlo a través de una trama inacabable de seguidores, que vociferan su nombre mientras son ejecutados, sin que nunca decrezca su número. ¿Es Vódalus un héroe? ¿Existe acaso como algo más que un nombre?

La sombra del torturador es el primer volumen de El libro del Sol Nuevo, una pentalogia, y ganó el World Fantasy Award en 1981.


La sombra del torturador. Gene Wolfe. Minotauro. 344 páginas. ISBN 84-450-7096-7
Primer volumen de El libro del Sol Nuevo