(Ya me vale, escribí este post la semana pasada, y se me olvidó colgarlo. Corresponde al jueves 5 de Febrero)
Esta semana he ido a ver dos clásicas peliculas de espanto italiano del año catapún: El horrible secreto del Dr. Hichcock, sobre un médico al que le gusta inyectar un producto a su mujer, que la deja como muerta, hasta que se le va mano, y la mata, y que diez años más tarde, vuelve a casarse, y regresa a la casa que abandonó al morir su primera mujer. Naturalmente, a raiz de ésto empiezan a producirse apariciones misteriosas que van asustando más y más a la nueva mujer, al tiempo que al doctor le empieza a tira de nuevo la necrofilia y empieza a "dormir" tambien a la nueva mujer. Una pelicula curiosa, que produce desazón en el que la mira, y que tiene elementos verdaderamente perturbadores para la época en que se filmó, como el médico al que le gusta liarse con gente que parezca muerta. Puntos malos: pues demasiados, escenas rodadas de dia con escenas nocturnas intercaladas y viceversa, una casa con un bosque cercano, que se ve claramente que está en una maceta, con lo que se hace más facil de ver que la casa está pintada ( igualmente, una imagen muy conseguida, tardé mucho en darme cuenta), y gatos inmortales para los que no pasan los años. Entretenida, más que nada.
La segunda pelicula fue La mascara del diablo, sobre una bruja y su amante que son ajusticiados mediante el método de clavarles una máscara demoniaca cargada de clavos en su interior. Dos siglos después dos médicos viajarán por la zona y despertaran los poderes ocultos de ambos, produciendo una matanza en la región. Esta pelicula, pese a ser más antigua que la anterior, resulta superior en muchos aspectos. Los escenarios están mucho mejor hechos, son menos recargados, resultando incluso simples, pero muy efectivos. El guión tambien está muy logrado, creando una trama que resulta algo previsible, pero da lugar a algunos giros imprevistos que están muy bien. Son a destacar las escenas en que la bruja está en su ataud y empieza a cobrar vida de nuevo, pues para los efectos especiales de la época están muy logradas, y se hacen francamente desagradables. Dan "mal rollito".
Con estas dos peliculas he redescubierto el Cine Meliés, un cine pequeño, sorprendentemente barato, y con una selección de peliculas muy interesante, dirigida a un publico poco comercial.
Sonando: Paradise Lost, Host.
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