El otro dia me descubrí a mi mismo firmando el recibo de una visa como "Blackonion".
Reaccioné con sorpresa y susto, entremezcladas con verguenza y ganas de gritarme barbaridades, y una risa que me salió del alma, aun me estoy riendo. Por si fuera poco, me demostró...esto... a ver... bueno quizás no me demostró nada, en el fondo.
Si le doy vueltas podria sacarle algun significado sesudo y profundo y convertirme en el bodishatva de los blogs, y montarme un pequeño grupo de discipulos a los que dirigirme desde un safu, con expresion beatifica y sin tener que esconder la barriga: "Alcancé el satori el dia en que firmé con mi nick una factura y llegué a la conclusión de que la identidad no es más que una ilusión. Todos somos uno, aunque no nos demos cuenta. El mundo es una ilusion que nos ilusiona con cosas ilusorias, que como ilusos creemos alejados de la luminosidad de la lucidez. Son 100€". Pero no. No se me ocurre nada.
Sólo comparable a cuando me fui a apuntar al videoclub un dia al salir de un turno de 8 horas como teleoperador, por octavo dia consecutivo, y me quedé bloqueado ante la pregunta "¿Como te llamas?". Ocho horas al dia memorizando nombres de desconocidos para personalizar la conversacion no pueden pasar sin secuelas. Como dirian en cierto anuncio: Ocho horas currando a tanto la hora, 4 horas de clase a tanto el crédito... la cara de un desconocido al descubrir que no eres capaz ni de recordar tu nombre... no tiene precio.
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