sábado, marzo 20, 2004

La degeneración del individuo... ¿Tiene límite?

Ayer celebré mi cumpleaños con unos amigos, en una cena pantagruélica con litros de sangria y toneladas de patatas bravas, embutidos ibéricos y paticas de calamar. Estupendisimo. Salimos de allí rebosantes y satisfechos. Una cosa que me sorprendió bastante es que la sangria no llevaba cítricos sino plátano, con lo que estaba suavisima y entraba muy (demasiado) bien.

Fue bastante emotivo, porque, pese a que hubo bastante gente que no pudo venir, nos juntamos una buena colla y fue muy divertido. Como siempre, acabamos hablando de juegos ( de mesa, de ordenador, de rol, de lo que fuera), para pasmo y estupor de la amiga de una amiga que se apuntó a la cena y que nos miraba con cara de miedo porque no parabamos de hablar de microeconomia, macroeconomia, tasas de crecimiento de la población y de cuanto duranium nos hacia falta en la base estelar.

Al final de la cena me regalaron un precioso Tulito de peluche, una tetera (yum, yum, té...), La ciudad de los prodigios, de Eduardo Mendoza, y El elogio del imbecil ( el imparable ascenso de la estupidez), de Pino Aprile, un libro del que apenas he leido un par de páginas pero con el que ya he soltado la carcajada. Y la sorpresa de la noche vino con una caja en la que habia un par de botas Martins, como las que llevo un par de años buscando y no encuentro en ninguna parte de Barcelona. Las botas eran de una de las chicas del grupo, para que las viera, pero será la semana que viene cuando iremos a comprarlas, y me las probaré. Estoy muy contento porque es un tipo de calzado muy cómodo, que me gusta mucho y no lograba encontrar.

El broche final lo puso una tarjeta con un pequeño fotomontaje, de una foto mia, un par de dibujillos y frases, y una foto de unas martins ( como me dieron la tarjeta antes que las botas, flipé un poco, pero luego ya quedó claro todo...), firmada por todos.

El título del post es lo que me pusó mi amigo A. en su dedicatoria:
La degeneración del individuo... ¿Tiene límite? No lo se... El año que viene te lo digo...

Pues eso, a esperar un año :D:D:D.

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