Estaba yo ayer dando los últimos toques a un trabajo de clase, cuando un malvado ser del espacio exterior, habitante de la Materia Oscura me pasó el enlace a un juego en flash, el Curveball.
El Curveball es algo así como el clásico ping pong de la prehistória de las consolas, pero en 3D, con paredes y unos rebotes de la muerte. Teniendo en cuenta que el original me fascina independientemente de su cutrez inenarrable, la nueva versión se ha clasificado en el número 1 de mis matarratos oficiales. Adictivo hasta decir diosmioyasonlascincoymañanatrabajo.
Que vicio!!!!!
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