martes, junio 07, 2005

¿Por qué?


Hay cosas que se hacen difíciles de entender

Esta semana pasada, una mujer de mi barrio, que vivía en Vía Julia, ahogó a sus hijos en la bañera y a continuación, intentó suicidarse. Según les dijo a los mossos que acudieron en su ayuda, quería suicidarse, y mató a los niños para no dejar ninguna carga.

Y te preguntas ¿Qué clase de persona puede ser capaz de hacer algo así?

Normalmente estas cosas suelen pasar en otras ciudades, en otros barrios, o suele ser gente muy distinta a ti quien hace esas barbaridades. En otras palabras, es “otro tipo de gente”, no la gente que te rodea y a la que estas acostumbrado, y ya se sabe que con tanta gente alguno tiene que salir que no esté bien. Y salen los vecinos y los amigos por la tele, diciendo “No lo entiendo, era una persona tan agradable, tan buena persona…No lo entiendo”.

Y tu te quedas mirando la noticia, un tanto intrigado, atraído por el morbillo de la expectación, del saber qué ha pasado, por qué… y en las caras de la gente entrevistada o que pasa de refilón por delante de la cámara ves esa misma incógnita. ¿Qué pasó? ¿Por qué? ¿Y no se dieron cuenta de lo que ella estaba a punto de hacer? ¿Su familia? ¿Su amigos? ¿Sus vecinos?

Pero hay cosas más difíciles de entender. La cosa se complica aun más cuando “una mujer de mi barrio que vivía Vía Julia” se convierte en R. Ya sabes, R, la ex de P. Una persona a la que conozco desde hace años, con la que me he ido de fiesta, y he compartido cervezas, y con la que viví uno de los mejores carnavales de mi vida. Una chica que me gustaba, hay que decirlo, como persona y como algo más. Una persona que, por avatares de la vida, cuando dejó a su novio de aquella época, hace unos diez años, desapareció de nuestro entorno para empezar una vida nueva. Salvo algún saludo por la calle, desapareció, como desaparecen muchos otros, absorbida por la avalancha de conocidos, amigos, compañeros de trabajo o de carrera. Muchos son los conocidos que perdemos por el camino y reencontramos con los años, para preguntar “¿Qué es de tu vida?

Pues bien, a R, que para mi sigue siendo esa chica de ayer, y me cuesta pensar en ella como una mujer, y todavía más como una parricida, ya no se lo podré preguntar. Dudo que vuelva a encontrarme nunca con ella. Dudo que me atreva a decirle nada. Yo la conocí durante bastante tiempo, y el hecho de haberla conocido hace que esta pregunta de ¿Por qué? cobre nuevos tintes. ¿Qué ha debido ocurrirle durante estos pasados años para que una persona tan dulce haga un cambio así? ¿Qué ha debido ocurrir en su vida y en su mente para ser capaz de cambiar tanto? No lo entiendo. Aun estoy asimilando que ha sido realmente ella. Sólo puedo preguntarme una cosa.

¿Por que?

No hay comentarios:

Publicar un comentario