The Three Laws of lybrarianShip, by Asimov:
1-Un bibliotecario no puede dañar a un libro ni, por inacción, permitir que éste sea dañado.
2-Un bibliotecario debe obedecer las peticiones dadas por los usuarios excepto cuando estas órdenes entren en conflicto con la Primera Ley, por muy estupidas que sean.
3-No darle de comer a un libro pasadas las doce la noche.
1-Un bibliotecario no puede dañar a un libro ni, por inacción, permitir que éste sea dañado.
2-Un bibliotecario debe obedecer las peticiones dadas por los usuarios excepto cuando estas órdenes entren en conflicto con la Primera Ley, por muy estupidas que sean.
3-No darle de comer a un libro pasadas las doce la noche.
Estos dias apenas he podido conectarme.
Llevo desde el pasado dia 13 trabajandin en la biblioteca Xavier Benguerel, y así seguiré hasta Septiembre. No soy interino, tal y como me habian dicho en un primer momento, pero estoy en una biblioteca muy agradable, con unos compañeros muy majos, haciendo el trabajo que me gusta.
Llevo desde el pasado dia 13 trabajandin en la biblioteca Xavier Benguerel, y así seguiré hasta Septiembre. No soy interino, tal y como me habian dicho en un primer momento, pero estoy en una biblioteca muy agradable, con unos compañeros muy majos, haciendo el trabajo que me gusta.
A pesar de mis reticencias, estos dias me ha tocado trabajar en la sala infantil, y no ha estado tan mal. Es más, estoy colaborando en un proyecto muy bonito, Nascuts per llegir Nascuts per llegir, dirigido a la enseñanza de la lectura a niños de entre 0 y 3 años. El proyecto está dirigido a pediatras, padres, adultos relacionados con el mundo infantil y, naturalmente, los propios niños. De momento mi labor a consistido simplemente en forrar libros y pegar etiquetas, y recorrer la sala infantil buscando, infructuosamente, decenas de libros de la bibliografia recomendada. Una bonita sorpresa ha sido ver en la lista de la bibliografia recomendada un libro de mi profesor de taller Jorge Zentner.
El tiempo pasa rápido en la biblioteca, sin que me de tiempo a acordarme de la hora de merendar y esas cosas, así que me estoy planteando recuperar la dieta. Lamentablamente, mi forma de estructurarme el tiempo está fallando estrepitosamente: llevo una semana sin ir al gimnasio, y hacia otra semana desde la última vez. Resultado: 25 minutos corriendo en la eliptica y estaba cansado. Hace un mes aguantaba 50 minutos. A ver si ahora que he terminado examenes le puedo dedicar algo más de tiempo.
En otro orden de cosas: odio el verano. Me paso el dia sudando como un cerdito. No, no, soy demasiado modesto: sudo como una maldita piara. Una noche de estas caeré presa de la anoxia por el pestuzo nocturno que segrego. Tendré que empezar a abrir la ventana por la noche.
Ala, me voy a la ducha.
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