martes, agosto 19, 2008

Yo tambien soy un criminal.

Enrique Dans ha lanzado un autentico manifiesto sobre la supuesta pirateria de productos culturales, os invito a pasar por su blog y leerlo. No tiene desperdicio.

Subscribo sus palabras punto por punto, es más, yo mismo he dicho algo parecido durante esta semana, y llevo un tiempo escuchando opiniones similares en el blog de Carlos Pumares.

(Ahora viene una autocita modificada de cosas que ya he dicho en otros lados)

Pocas peliculas originales me he comprado si no he visto antes una edición descargada, o de la biblioteca, o de la televisión. Tampoco me he comprado ningún disco que no hubiera escuchado ya, a no ser que fuera de un grupo al que ya conociera y apreciase, o de unos colegas (y decir eso no implica que no molen, simplemente es una excusa para poner el enlace). En cuanto a los cómics, suelo leerlos antes en la biblioteca, en la tienda (leo rapido), o escaneados, si puedo encontrarlos.

En cuanto a los libros, es más complejo, pero tengo una serie de personas de cuyo criterio me fio (ya sea para hacerles caso o para hacer lo contrario de lo que me digan) y los experimentos los hago con bibliotecas, saldos o segundas manos. Pocas veces me he "quemado" comprando un libro tan malo que lo haya tenido que dejar a medias.

Por lo que he dicho hasta ahora puede parecer que soy un piratilla que se descarga gigas de cine, musica, comic y peliculas, y así es. Pero tambien soy un consumidor compulsivo y me compro todo lo que me gusta. Todo es todo. Tengo más de cuatro mil libros, y otros tantos cómics y guardo mis dvds y cds originales en estuches porque no tengo espacio para las cajas. Una vez quitados los gastos de la casa y lo (poco) que voy ahorrando cada mes, el resto me lo fundo en vicios, que son basicamente comida japonesa y frikadas (como mis imanes de nevera de Bone o mi Little Cthulhu Very Happy ). En los enlaces de Flickr teneis un set de mi biblioteca personal a principios de 2006 y a dia de hoy duplico (como poco) el material de las fotos.
Vivo en la habitación de Fermat.

Lo he dicho mil veces y lo diré mil veces más: A mayor acceso a la cultura mayor consumo y mayor dependencia hacia ella.

La cultura, bien subministrada, es una droga de la que es muy dificil quitarse. Me confieso politoxicomano. Me va la droga dura: Jekyll, Torchwood, Dr Who, Babylon 5, Egan, Dick, Martin, Moore, Kirkman, Kovalik, Bale, Heinlein, Varley, Van Goght, Escher, Judas Priest, Vetusta Morla... Señal y Ruido entremezclados, sin dejar de procesar jamás (así tengo la cabeza!)

La cultura no es un articulo de lujo, sino un producto de primera necesidad.

Y que sí, que los autores tienen que ganarse la vida, y tanto que sí, pero los autores, joder, no las agencias que supuestamente gestionan sus derechos.

Autores que cobran lo que deben no hay muchos. Recordemos la huelga de guionistas estadounidenses, que querian tres míseros centimos por cada DVD vendido. Tres centimos de un producto que cuesta entre 40 y 60€ de media. O a Trent Reznor, de NIN, que en una entrevista dijo que la productora habia subido el precio de su último disco diez dolares por la cara, por que sabian que se iba a vender igual, pero que de esos diez dolares no le daban ni un duro. O ahora tenemos a Morrisey pidiendo por favor a sus fans que no se compren su último disco en directo, porque de él no va a ver ni un centimo y además no ha podido supervisarlo.

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