Durante esta semana mi buzón se ha ido atiborrando del más variado Spam Electoral. Spam con todas las letras, porque no sólo es indeseado sino indeseable. Yo ya tengo mis opiniones formadas y un papelucho no me va a servir para cambiar de idea, aunque me de por leerlo, si me da. Mis elegidos no necesitan insistir, y sus oponentes no solo están predicando en el desierto, sino que puedo pasar perfectamente sin acordarme de que existen.
Indeseable porque, si en el fondo estamos ya decididos, cada uno a su manera... ¿a que tanto gasto de papel y de tinta, tanto plastico y envio? ¿Cuantos millones de cartas han sido recibidas y arrojadas a la basura sin ni siquiera ser abiertas? ¿Que mierda de acciones por el medio ambiente vais a llevar a cabo, pedazo de cabestros, si sois incapaces de hacer semejante despilfarro por un miserable voto? ¿Que os hace pensar que vais a llegar a traves de un texto escrito a las miríadas de adictos televisivos y lectores a tiempo completo de diarios deportivos y codigos da vinci, uno por año?
Si quereis seguir haciendo semejante despilfarro, hacedlo con un papel suave y que no irrite, para que pueda darle el uso que merece, o en el caso de que querais mi respeto y mi atención, hacedlo desde el silencio y las buenas obras, aunque sea por una vez en vuestra vida.
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