Hoy he trabajado por segunda vez como bibliotecario, esta vez en la biblioteca de Roquetas.
El contraste no podia ser mayor. Mientras que la Biblioteca del Carmel es una de las últimas que se ha construido, con cuatro pisos, un vestibulo majestuoso, 11 personas trabajando en ella y un fondo más que considerable, sobretodo en cuanto a DVDs y CDs, la biblioteca de Roquetas es apenas más grande que la mitad del vestibulo de la otra. Los libros están apiñados en las estanterias, algunos horizontalmente porque no caben de pie, eso los afortunados que no están en cajas al pie de las estanterias, como los libros de religion, la mayor parte de enciclopedias y buena parte de la sección de narrativa infantil ( por lo menos los pequeusuarios los tienen a su altura).
Como en la biblioteca sólo estamos la directora y yo, estoy aprendiendo muchas cosas. Tambien estoy currando mucho. Todo se compensa. Aunque entre el calor y los nervios y que no llegaba nunca la hora de merendar se me ha puesto la cabeza como un bombo. O dos.
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