domingo, diciembre 28, 2003

En una nube

Ayer fue mi primer dia como bibliotecario.

Fue una experiencia formidable. La verdad es que llegué nerviosisimo, habiendo dormido cuatro horas y con el estress de adentrarme en una zona que no conocia de Barcelona y teniendo que pelearme con autobuses que nunca habia cogido. Pero al final llegué a tiempo y pude disfrutar de la biblioteca. La biblioteca Juan Marsé tiene una vistas estupendas, para algo está en lo alto de Barcelona, y el personal realmente es muy agradable. Tras un pocos nervios, facilmente superados, me encontré como en casa. De hecho era muy parecido a mi casa, salvo que los libros estaban mejor ordenados y tenia sitio para caminar entre las estanterias. La verdad que no hice mucha cosa, algo de prestamo y llevar libros de planta en planta, ah, y coger el telefono, con un par!, a dar información de un sitio en el que llevaba cuatro horas... jejeje. Lastima que fuera por una substitución y sólo por un dia. Pero por algo hay que empezar. El lunes me toca visitar la biblioteca de Roquetas, hasta el dia 2. Espero que la experiencia sea igual que en el Carmel.

Por la noche y con los pies destrozados, el dia quedó redondo al ir a cenar con los colegas roleros a una marisqueria. La clavada fue monumental, pero no dolió, porque fue un complemento perfecto.

Extrañamente, no empezamos a soltar anectodas relativas a partidas hasta bien entrada la noche, cuando ya teniamos un buen nivel de alcohol en la sangre. Hay un axioma que dice que todo grupo de roleros que se precie empezará tarde o temprano a recordar partidas y anecdotas. Lo mejor es que se logra una especie de relato comunal, por que cada uno las recuerda a su manera, y se produce una lucha por unir todas las versiones en una sóla. Esos momentos estan impregnados de una cierta nolstalgia, pues han pasado ya los años en que nos refugiabamos los fines de semana en un casal de joves para jugar "la partidita". Han llegado las novias, los pisos, los trabajos, los estudios, los trabajos en el extranjero.... y poco a poco el grupo se ha ido disgregando. Pero en reuniones como ésta es bonito ver tantos recuerdos comunes, recuerdos que abarcan no uno sino varios mundos. Es bonito encontrarte con gente con la que has compartido tanto aunque ahora tengas poco contacto. Por que compartir borracheras y excursiones debe de unir mucho a mucha gente, pero los roleros hacemos más que hacer cosas juntos, las pensamos, las soñamos, tejemos historias, las hilvanamos.

Ayer llegué a casa, mucho más tarde y más contento que en muchisimo tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario