Vibra la noche con ritmos ocultos.
Nos movemos en la oscuridad, nuestras caras y cuerpos apenas vislumbrados en la tenue luz.
Mi mirada gravita hacia tus ojos, recorre tu figura, saborea tu sonrisa.
Apenas dos palabras entrecruzadas en la oscuridad.
Un intercambio fugaz de tópicos banales e intranscendentes.
Lucho contra la mordaza del silencio, y me recompensas con tu atención.
Tu sonrisa es un bálsamo, tu risa el despuntar de una estrella. Fatalmente fugaz.
Las olas de la noche, nos acercan y nos alejan.
La marejada de tu risa reverbera en mi pecho.
Tu sonrisa se halla cuajada de alegria.
Tus ojos invitan a soñar.
Llega la mañana y te alejas, sin que ni siquiera me haya atrevido a pedirte tu nombre.
Te alejas calle abajo, hacia la oscuridad, pero no te olvido, ni al eco de tu risa, ni la sombra de tu gesto.
El mundo gira y los caminos se cruzan. No se si volveremos a encontrarnos.
La nostalgia de lo que no se ha tenido nunca es la más fuerte.
El Karma me ha sido benigno por una vez, pero no lo suficiente.
Reina de la edad de piedra, cincelaste con tus ojos un hueco en mi memoria.
Sonando: Queens of the Stone Age.
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