jueves, mayo 17, 2007

Un sueño

Empieza el sueño en las fiestas de mi barrio.

Paseando, llego a una plaza en la que hay un concierto.Sentada en la terraza, está Susana, una compañera de trabajo que tambien es del barrio. Al verme, se levanta, esquiva a la peña de los diablos, que todavía no ha encendido los fuegos artificiales, y nos vamos a tomar algo.

Sin solución de continuidad, decido irme a Londres. En un principio no iba a ir, pero al final sí que voy.

Llego a Londres con Juanma Santiago y otros amigos. Salimos del aeropuerto por unos torniquetes como los del metro, porque los toboganes que bajan de Torre España los están reparando.

En el exterior nos espera Santi Eximeno con un ejemplar de Cazadores de Mentiras, que me trae dedicado, y me dice, con sonrisa malevola, que tiene otra sorpresa, pero me la dará luego. Dicho así suena ambiguo, pero dentro del sueño sé que es algo que he escrito, mal pensados.

Llegamos al hotel, que está lleno de frikis, entre los cuales están la gente con la que me fui de intercambio a gales hace once años, y una vez en la habitación descubro que me he dejado la ropa de recambio en barcelona, y que en la maleta sólo llevo camisas de leñador, así que me voy a buscar una mercería donde comprarme ropa nueva. Me acompaña Andrzej Sapkowski que quiere dar una vuelta. Pateamos Londres un buen rato, y al final nos metemos en una tasca a comer pulpo con patatas y bebernos un café con leche. Momentos antes de despertar, Sapkowsky se ha convertido en el segurata de Camera Café y se está besando con uno de mis colegas roleros.

Empanada de atún para cenar, Nunca mais.

No quiero ni pensar en lo que Santi se ha debido de gastar para que Morfeo inserte cuñas publicitarias de su libro en los sueños de la gente.

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