martes, enero 22, 2008

El regreso del hombre topo

Hablar de spider-man era llamar al mal tiempo, porque no podia tardar mucho en aparecer una mención a uno de sus enemigos: el hombre topo.


Uh, no, no, no ese hombre topo, el otro!!!


Vale, ahora sí.... Aunque lo cierto es que me parezco más al primero.

¿Que a que viene esto? Pues a que Enero no es mi mes.

Esta mañana me he despertado tan dormido que al coger las gafas de la mesilla se me han resbalado y uno de los cristales se ha partido. Y como estaba tan y tan dormido al cogerlas he dicho "Joder, con las gafas rotas no puedo ir a trabajar", así que he apagado la luz y he seguido durmiendo. La lógica de los borrachos y de la gente que se acaba de despertar es para ponerla aparte. El dia que me muera, mi vida pasara por delante de mis ojos como una pelicula y me partiré la caja mientras como palomitas.

Afortunadadamente, mi madre ha estado al quite y me ha despertado del todo con lo que he caido en que tenia que llamar al trabajo para avisar, ir al optico, etc... Como las gafas de repuesto me las robaron junto con la maleta en diciembre de 2006 y soy un despiste, me habia olvidado de hacerme otras.

Así que lo primero de todo ha sido llamar al trabajo... y claro, ¿que dices? No estás enfermo, no te has roto nada, no estás malo... lo unico que te pasa es que tu horizonte visual es de diez centimetros, y más allá no hay sino manchas de colorines. He tenido que ir a mi medico de cabecera y pedirle que me hiciera la baja hasta que pudiera tener unas gafas nuevas, lo cual no me ha costado demasiado, sobretodo cuando me ha visto llegar tambaleandome y pisando abuelas vestidas a juego con el mobiliario del CAP ¿No hay más colores, señoras?

Luego la odisea ha sido llegar a mi óptico. Diez minutos andando hasta el metro, tres paradas interminables sin poder leer ni escuchar musica, y quince minutos más de caminata hasta la óptica, todo ello sin gafas. Habia olvidado lo lisergica que puede llegar a ser barcelona sin gafas. Todo lleno de lucecicas y colorines, y manchitas que te pasan por al lado sin que sepas si son hombres, mujeres o buzones, esquivando bolsas de basura para evitar que me ladren, metiendo la pezuña en todas las irregularidades del suelo, mirando al infinito en los pasos cebra, a ver si captaba movimientos... que me haya dado cuenta, por lo menos una vez he cruzado en rojo un semaforo porque he confundido el brillo del de los coches con el de los peatones. Por suerte el trayecto estuvo tranquilo y no hubo casi coches.

Puede parecer un tanto exagerado tener que irme tan lejos para algo tan básico y necesario para mi como es un óptico, pero merece la pena. Mi óptico, el señor Bielsa, es un profesional como la copa de un pino. En media hora el buen señor no sólo me ha apañado unas gafas viejas, que necesitaban algunos ajustes, sino que además me ha mirado el fondo del ojo, la cornea, la graduación, y no sólo me ha dicho que todo estaba correcto, sino que me ha explicado el porqué, con fotos a pantalla completa de mi fondo de ojo y powerpoints como soporte a sus explicaciones. Porque este buen señor no solo es el mejor optico que me he echado a la cara y al que le debo haberme salvado del destrozo que me habia estado haciendo el anormal de mi antiguo optico (un dia os hablaré de ello), sino que además escribe libros de divulgación, algunos de ellos dirigidos a niños. En el catalogo de bibliotecas de Barcelona podeis encontrarlos buscando por su nombre: Bielsa Elíes, Luis. Y claro, con gente así, una visita se convierte en medio conferencia.

Al final he abandonado su consulta con unas gafas de hace un par de años, con una graduación bastante aproximada, pero que ha sido necesario ajustar para que la distancia entre el ojo y el cristal fuera como en las rotas y hacer alguna corrección más a nivel de montura, porque con mi graduación basta cambiarme el centrado del vidrio y la apertura del puente para que la perspectiva se me distorsione y me venga dolor de cabeza. Me ha costado toda la tarde dando vueltas acostumbrarme, y no ha sido hasta hace un rato que me he atrevido a meterme en el pc. A la tercera vez que he tenido que explicar lo mismo por mesenger he decidido meterlo en el blog, y así no tener más que hacer corta y pega.

Y na, un dia perdido, salvo por la comida en el machiroku (salmondon!! yum yum!!), un par de cafeses y la compra de un par de libros que aun no he podido ni mirarme. Por lo demás, como habeis visto, no me lo he tomado nada mal. Al fin y al cabo no me dolia nada, y un dia sin pc ni sin leer de vez en cuando ya va bien.

Mañana más. Sed buenos ;)

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