Esta mañana al levantarme he visto un gnomo en mi cuarto. Era un hombrecillo vestido con ropas alegres pero austeras, y un gorrito rojo acabado en punta. Tenia una barba blanca y larga, muy larga, de casi un centimetro, y estaba manipulando mis zapatillas, pegando el reborde de la suela. Me he quedado con los ojos entrecerrados, contemplandolo en silencio, sin revelarle que estaba despierto, hasta que ha sonado un pequeño repiqueteo y se ha ido corriendo hasta el armario, donde habia una fila de más gnomos. Uno a uno, han ido fichando en un pequeño artilugio, y han entrado en el armario.
Esta tarde he comprado varias trampas de Cucal y las he distribuido por el piso. Espero que con ésto quede solucionado el tema.
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