Mediodía del jueves, a menos de 48 horas de comenzar examenes.
El tiempo se me echa encima, y voy bastante apurado con las lecturas. Aquí puede pasar de todo.
He hecho proposito de enclaustramiento y concentración, pero no puedo, es demasiado aburrrrrido. No entiendo cómo un trabajo tan divertido, interesante y sugerente como el de bibliotecario puede tener una formación tan y tan aburrida. Para mi, una busqueda bibliográfica es una especie de juego entre el analisis psicológico y la investigación detectivesca: entender al usuario, lo que quiere de verdad, y no lo que dice, y averiguar lo que se pueda sobre el tema, a traves de pistas, insinuaciones y una sutil interrogación (¿para qué lo quiere? ¿qué es lo que busca?¿porque?), hasta lograr la satisfacción personal de haber ligado todos los cabos y haberlo resuelto todo.
Es una forma de pensar que todavía conservo de mis tiempos de teleoperador de atención al cliente, en los que cada llamada era un reto distinto y cuyo objetivo era la satisfacción final del cliente (por encima de la satisfacción de la empresa, para disgusto de mis coordinadores), y me parece que es la única sólución viable a la hora de conservar la cordura en un trabajo de semejantes características. O lo retuerces para que resulte entretenido o te puedes morir en medio de una llamada.
Volviendo a Documentación, si tomas los temarios y los lees con atención (y no te duermes en el intento), veras que son una repeticion constante y machacona de los mismos conceptos, una formalización de estratégias básicas que sólo pueden aprenderse por la pràctica constante, y no a partir de unas meras lecturas, aderezado con paja a toneladas, obviedades representadas gráficamente en bonitos diagramas, y, entremedio, escondido, auténticas perlas del saber que te revolucionan la forma de pensar, y que, como las perlas de verdad, cuesta encontrar.
Me abuuuuuurrooooooo!
Suerte que tengo a los Cranes para distraerme. Os cuelgo Shining Road, una de mis canciones favoritas.
Esta gente se está convirtiendo en la banda sonora de mi desesperación, primero con los trabajos de estadística, y ahora con ésto.
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