lunes, diciembre 18, 2006

Me robaron la puta maleta en el puto tren.

Mira que he llegado a hacer viajes en tren, y nunca me ha pasado nada (bueno, salvo cuando me robaron un ejemplar del jueves mientras respondía al telefono) y hoy cogen y me roban la maleta.

Como buen paranoico, llevaba encima toda la documentación, el movil, el mp3 y no me he separado más de unos metros de la mochila, con lo que tambien conservo los apuntes de clase, el libro del club de lectura, mi libreta de notas y el libro de la biblioteca, pero todo lo demás ha volado. Ah, y la placa de descarga, que se quedó en casa de Fidel.

Así que me acuerde me ha volado:

-La mayor parte de mi ropa de invierno, salvo la que llevaba puesta (2 jerseys gruesos, uno normal). 2 pantalones. Un pijama. Calcetines, pañuelos y ropa interior para siete dias.
-Camisetas varias: 2 de cyberdark, 2 de Xatafi, 1 de la semana negra, dos o trés simplemente negras. Una camiseta de manga larga.
-Mis zapatillas de estar por casa. El calzado de repuesto.
-Mis gafas de repuesto. Las gafas de sol de repuesto.
-El cargador del movil.
-La puta cámara de fotos digital. La memoria suplementaria. Las pilas recargables.
-Mis medicinas, inhaladores, etc...

Y ahora viene cuando la matan:

-El sexto volumen de las aventuras del capitan torrezno, de Santiago Valenzuela, dedicado, con dibujo a página completa.
-Dos ejemplares de Siembra de tinta, uno de ellos dedicado, con un minicuento y un dibujo de Zapardiel.
-Un ejemplar de: Axiomático, de Egan; Jitanjafora, de Sergio Parra; Eric/Fausto, de Pratchett; La primera y segunda trilogía de la Dragonlance; La trilogía del viento helado de Forgotten Realms; El gran espectaculo secreto, de Clive Barker; Las cien vidas de Lazarus Long, de Heinlein; Blue Champagne, de Varley; Histórias imposibles, de Zoran Zikovic; Orix y Clarke, de Margaret Atwood
-El jueves especial Beber.

La policía me ha dicho que hacer denuncia sólo me servirá para perder un rato y desfogarme con ellos. En atención al cliente de RENFE me han dicho que tódo lo que puedo hacer es llamar mañana a Objetos Perdidos a ver si ha aparecido. Vamos, que mis alternativas son dos piedras o ajo y agua. El vudú es un consuelo leve, pero consuelo al fin y al cabo.

Según la gente que estaba sentada al lado del guardaequipajes, el ladron es un moro con una cicatriz en el lado izquierdo de la cara, vestido con un traje azul y aspecto de yonki, que se ha puesto unos guantes antes de coger la maleta y largarse con mucha prisa. Les ha faltado decir que era un hombre manco y se reía haciendo Mwhahahahaha!!!

Entre la ropa sucia, los libros frikis, y la maleta que estaba medio rota, el tipo sólo va a poder usar la cámara, y eso si logra averiguar como funciona sin el manual.

Pero bueno, yo a lo mio que tengo que acabar dos trabajos de clase para mañana por la noche, y no puedo permitirme el lujo de despistarme demasiado.

Al fin y al cabo sólo son objetos. Wu wei, colegas.

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