Estaba yo en la cuna y ya me lo dijo mi padre: "Hijo, que pinta de anarquista que tienes".
Y claro, como pasa con las cosas que nos dicen de pequeño, se nos quedan marcadas. Ya sabia yo que no llegarias a ningun lado, ya sabia yo que acabarias así o asá, ya sabia yo que serias un Anarquista... y anarquista salí.
Yo voto a la izquierda, y si tengo que elegir un partido al que votar, será uno de izquierdas. Pero eso no significa que esté votando a mi ideal de partido, por que cada uno tiene sus intereses, y los partidos de izquierdas no son menos. Mi idea de cómo ser un gobierno, como debe ser un ser humano no coincide demasiado con los programas electorales.
Quizas soy un idealista, pero considero que todos tenemos derecho a vivir con dignidad, a trabajar y tener nuestra casa, nuestros vicios, moderados, claro está, y el deber de respetar a los demás y el derecho a ser respetados. Quiero que quien esté en el poder respete esto.
No desees a los demás lo que no desees para ti mismo.
Esta ha sido mi máxima toda la vida. Aparte de ésto, malditas sean las normas y leyes, malditos sean los nacionalismos (nazionalismos), maldita la envidia y el odio, malditos los que odian, malditos los que dañan, los que matan, los que hieren, con palabras o con armas o con las manos desnudas.
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